Diario Perfil 12/11/11 - 12:29
El jueves presentó su libro El Mal, sobre la minería y el gobierno K, en la escuela TEA.Miguel Bonasso no logró estar mucho tiempo sin enterrar los pies en el barro. A menos de un mes de finalizar su mandato como diputado, el periodista asegura que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “es más autoritaria que Néstor”, y dice que hay “actos que evidencian un cierto afán persecutorio” por parte del Gobierno. Desilusionado, mira atrás y recuerda los almuerzos que compartió con el matrimonio K.
Esa desilusión lo llevó al terreno en el que mejor se siente, el periodismo. El jueves presentó en la escuela de periodismo TEA su última investigación, un tiro al corazón de los valores que en algún momento se pregonaron desde el discurso oficial. En El Mal, Bonasso denuncia con lujo de detalle lo mismo que ya hizo como diputado, los acuerdos secretos entre el poder y la poderosa minera internacional Barrick Gold.
“Quise dejar constancia histórica de una pelea con el poder económico y político por el tema ambiental en dos órdenes claves: los bosques y, sobre todo, los glaciares, que fue la pelea más dura. Fue el primer veto de Cristina Fernández de Kirchner lo que me llevó a la ruptura total”, explicó a PERFIL. También recordó cuando el segundo de la SIDE, Francisco “Paco” Larcher, “era uno de los chóferes de Néstor”.
—¿Cómo tomó la querella que le inició el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández?
—La siento como que no quieren responder la cuestión de fondo, que es lo que estoy diciendo yo del modelo de minería a cielo abierto. Entonces buscan el atajo de sentirse agraviados personalmente. Además, son muy descorteses porque ayer el ministro estaba citado para ir a una reunión de mediación y no fue. Ahora lo querellé yo por haber molestado a un diputado.
—También le quitaron su custodia. ¿A qué se debe?
—Tenía custodia desde el año 2001, dos años antes de ser diputado, como periodista, a raíz de una serie de notas que había escrito en Página/12 acerca de un conflicto que habían tenido en ese momento un sector del contraespionaje de la SIDE con la CIA norteamericana. Que la custodia estaba bien puesta se demostró cuando en noviembre de 2002 unos desconocidos frenaron en la esquina de mi casa, bajaron, asaltaron al custodio y estuvieron por matarlo, se tirotearon con un vecino y hubo más de 12 disparos. Nunca fue tocada la custodia.
—¿Nadie salió a aclarar por qué se la quitaron?
—No. Al día siguiente de las elecciones me querella Aníbal y me sacan la custodia. Yo le mandé una carta a Nilda Garré, ministra de Seguridad, y no me contestó. Otra carta le mandé a Fernández, y me contestó mandándome una carta documento diciéndome que no era su responsabilidad institucional. Fueron dos hechos concomitantes y significativos: me querellaron y me quitaron la custodia. Lo que hice fue hacerlos responsables a los dos por lo que nos pueda ocurrir a mí, a mi mujer, y a mi casa.
—¿Cree que se comenzó una persecución?
—Hay evidentemente un acto intimidatorio, una querella es eso. Lo de Rubén “el Pollo” Sobrero, Vilma Ripoll... Evidentemente, hay actos que evidencian un cierto afán persecutorio.
Fuente: Diario Perfil
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