Buenos Aires, 4 de noviembre de 2011
Miguel Bonasso, autor de El Mal-El Proyecto K y la Barrick Gold. Amos y servidores en el saqueo de la Argentina, se dirigió al Jefe del Gabinete de Ministros Aníbal Fernández y a la Ministra de Seguridad, Nilda Garré, haciéndolos directamente responsables por su seguridad, la de su esposa y sus bienes, debido a que el 24 de octubre próximo pasado le fue retirada la custodia policial que estaba frente a su domicilio desde el año 2001.
En noviembre de 2002, el custodio policial que protegía a Bonasso y su familia fue desarmado por desconocidos y se produjo un intenso tiroteo con un vecino que salió a defender al policía. El episodio nunca fue aclarado.
Bonasso, que es diputado nacional hasta el próximo 10 de diciembre, destacó en sus comunicaciones a Fernández y Garré, que este retiro coincide –“de manera perversa e intimidatoria”- con la querella que el Jefe de Gabinete le entabló por recordar en su último libro que, en 1994, cuando el funcionario kirchnerista era intendente de Quilmes, fue declarado “prófugo de la justicia”.
Fernández amenaza demandar a Bonasso por “daños y perjuicios”, ignorando lo que dice el artículo 69 de la Constitución Nacional respecto a la necesaria libertad de expresión de que deben gozar los legisladores para cumplir sus funciones.
La audiencia de mediación se realizará el próximo 9 de noviembre a las 15.30 horas en Lavalle 1763 5º piso, oficina 15. El autor de El Mal no sólo no se retractará, sino que repetirá ante la justicia todos los cargos que le formula en el libro al Jefe de Gabinete, por malversar fondos destinados a la conservación de bosques nativos y sabotear el inventario de glaciares, en complicidad con la Fundación Innova-T del Conicet, que tiene entre sus clientes a la Barrick Gold.
El periodista está convencido de que el gobierno que preside Cristina Fernández de Kirchner, alentado por el resultado electoral del 23 de octubre ha decidido comenzar a hostigar y perseguir a quienes critican su política en favor de la megaminería del cianuro. Política que en su último libro, Bonasso califica sin ambages como “vendepatria”.
