Queridos amigos: como era previsible ya me hackearon. Ayer me bloquearon parcialmente las funciones de envíos de mensajes y solicitudes de amistad de Facebook, por un presunto envío masivo de solicitudes de amistad que nunca realicé. Más sugestivo aún: hoy (primero de febrero) figuran seis ingresos matinales a mi Facebook que no hice.
Estas seis entradas figuran con mi IP, pero hay otra –realizada a las 7.30 de la mañana- que lleva otro número de IP. Traté de chequear a quién pertenece, pero figura como IP Privada. Hay pocas instituciones privadas o públicas que puedan ocultarse de ese modo. El 11 de diciembre de 2012, a las 17.58, hay otra entrada con una IP que no es la mía y empieza de manera similar a la de hoy.
El lunes pondré estos datos en conocimiento del juzgado federal que investiga el extraño SMS recibido en mi celular el 8 de diciembre último y que decía: “Sr. Bonasso, desde la OJOTA-SI, Stiuso y Pocino le tienen interceptada la línea por orden de su 'amiga' Garré?” . Mensaje que –curiosamente recibió también Alberto Fernández- y que alude a dos jefes de la Secretaría de Inteligencia, Jaime Stiuso (a) “Stiles” y Fernando Pocino. Mensaje que remataba con un teléfono al que llamé y me comunicó –curiosamente- con el Comando Radioeléctrico de la Policía Federal.
Esta nueva intrusión, debo confesarlo, me halaga. Significa que los mensajes y artículos publicados en mi blog, en mi twitter y en mi Facebook, están rebotando y le generan inquietud a estos señores de las sombras.
El objeto de este mensaje no es denunciarlos ante ustedes –tarea que, como dije, haré frente al juez- sino advertirles que algún siniestro se apoderó de mi IP y puede hacer cualquier cosa en Facebook, otras redes sociales y todos mis correos electrónicos: solicitar amistades, negarlas, insultar, pedir, amenazar o cualquier tipo de operación sofisticada y canalla de las que se les ocurren a los servicentros.
Estemos alertas todos y que se sepa, desde ya, que voy a investigar y escrachar a los botones del presente, como lo hice con los del pasado. Quedan también ellos advertidos.