El ministro de Planificación, Julio de Vido y Peter Munk |
Buenos Aires, 14 de julio de 2012
Mientras los sabuesos de la AFIP revuelven los colchones de los jubilados amarretes en busca de dólares, el gobierno le concede a la Barrick Gold y las otras empresas megamineras que liquiden las divisas de sus exportaciones en 120 días y no en 30 como se había establecido inicialmente y como deben hacerlo otras empresas.
El privilegio es tan escandaloso que hasta Página/12 se ocupó del tema en algunas notas de crítica light. El pingüe negocio financiero que significan 90 días de plazo extra se dio, por cierto, después de las reuniones que mantuvo el ministro Julio De Vido con el capo de Barrick, Peter Munk, en el contexto de una de las clásicas apariciones de Cristina en el Council of the Americas, el santuario de David Rockefeller en Nueva York.