Argentina está en emergencia forestal

El “ecocidio” continúa a pesar de la ley
Por Miguel Bonasso
Diario Clarin. 25/01/1

Una realidad, dos caras.Fotografía aérea de un campo en la provincia
de Salta. En el norte del país la tala indiscriminada está
fuera de control, a pesar de que la ley de bosques la prohíbe. /AFP
En este gobierno, los que no mienten descaradamente se limitan a ser observadores y comentaristas de la depredación. En vez de cumplir la ley y denunciar judicialmente a quienes no la cumplen, se limitan a monitorear cómo las normas legales son violadas. No es una afirmación gratuita: es lo que han hecho con la ley 26.331, llamada Ley de Bosques, de mi autoría. Las autoridades nacionales le escamotearon sistemáticamente los fondos necesarios para cumplirla y observan pasivamente como las provincias más depredadoras aumentan el desmonte de los bosques nativos.

La deforestación es más alta que antes de la sanción de la ley en noviembre de 2007. Desde entonces hasta el presente las topadoras de los terratenientes sojeros o madereros han arrasado más de un millón de hectáreas de selvas nativas. Con las consecuencias previsibles para el clima, la fijación de los suelos, la biodiversidad y los ataques criminales a comunidades campesinas, que testimonian crímenes como el de Cristian Ferreyra.